Pirineos Sur: los 10 momentos que resumen su primer fin de semana

1. La alegría de reencontrarse en un festival entre montañas. Este pasado jueves se daba el pistoletazo de salida a la XXXII edición de Pirineos Sur un año más como el lugar al que regresar por su programación y por su enclave privilegiado. Por el pueblo recuperado de Lanuza han pasado más de 11.000 personas durante su primer fin de semana.

2. Natalia Lafourcade recibe el Premio Pirineos Sur a la Diversidad Cultural 2025. La artista mexicana, un claro referente internacional en la defensa de los derechos humanos y la música como instrumento de paz, recibió al final de su recital este premio que reconoce su compromiso social a lo largo de su trayectoria y que, además, comparte este año con su compatriota Julieta Venegas. 

3. Los Tigres del Norte, las estrellas de la primera noche. Como las auténticas estrellas que son, su llegada fue uno de los momentos más emocionantes de este fin de semana. Una legión de seguidores les esperaban para abalanzarse o conseguir simplemente una foto. Maestros de la cumbia, rancheras y corridos, les regalaron a cambio un concierto de más de tres horas. Los navarros Puro Relajo calentaron la noche con un repertorio de grandes clásicos de la música mexicana.

4. Kiwanuka, sobrio, elegante e inolvidable. Era uno de los artistas más esperados de esta edición. No defraudó y regaló un concierto de gran belleza. El gran renovador del soul presentó su nuevo disco con algunas de sus canciones más celebradas: “Love & Hate”, “Home again”, “Cold little heart”… Previamente, La Perra Blanco se estrenaba en Pirineos Sur con un recital eléctrico, con toda la energía del rock and roll clásico. 

5. Toquinho, leyenda de la bossa nova. Acompañado de Camilla Faustino el músico brasileño repasó su extensa carrera que abarca los 50 años. Pero también quiso hacer homenaje a la bossa, regalando varios de sus clásicos. La recta final con “Aquarela” fue uno de los momentos más emotivos de este primer fin de semana, simbólicamente acompañado con la presencia de la lluvia tan tradicional de estas montañas. La naturaleza hablaba y celebraba la diversidad de culturas, generaciones y géneros que aquí se abrazan.

6. Ara Malikian, derroche de virtuosismo y carisma. Este primer bloque de Pirineos Sur cerró con un viejo conocido del festival: Ara Malikian. El libanés encandiló de nuevo en Lanuza con su violín, con un concierto vigoroso que aunó tradición con vanguardia. Antes Maika Makovski se estrenaba sobre estas aguas, con toda la energía que caracteriza a sus conciertos.

7. El fin de fiesta con la verbena. Cada noche, después de los conciertos, es el turno de las sesiones de DJ en la tradicional «verbena», por la que este fin de semana pasaron Diego Aguas, Luna Roja y Fran Navarro. Esta programación está incluida con la entrada, pero también es posible acceder con una entrada de 12€ en taquilla que incluye consumición y muchas horas de baile (hasta la 4.30h de la madrugada, salvo los domingos hasta las 2h).

8. Espacio Balore se mantiene como punto de encuentro. De nuevo, el punto BALORE daba la bienvenida al público al llegar al festival para mostrar su compromiso con los valores que lo definen. Un espacio en el que los visitantes han recibido información sobre cuestiones tan esenciales como la igualdad, la diversidad, la accesibilidad, la sostenibilidad ambiental y las alianzas sociales.

9. La Naturaleza como escenario también de día. Además de los conciertos de noche, la actividad se extiende durante todo el día por el Valle de Tena y sus alrededores, un enclave privilegiado del Pirineo aragonés conocido por la belleza de sus montañas, pueblos y ríos. Localidades cercanas como Sallent de Gállego o Panticosa conquistan con su arquitectura tradicional, sus paisajes y su riqueza cultural, además de su diversidad natural y las opciones de ocio (paddel surf, canoas, tirolinas…). El río Gállego lo recorre y lo acompañan cumbres imponentes, glaciares, macizos, barrancos, embalses y uno de los conjuntos de ibones más importantes del Pirineo.

10. El único escenario flotante del mundo. El Anfiteatro natural de Lanuza, con capacidad para 4.500 espectadores sobre gradas de piedra, es el lugar perfecto para disfrutar de los conciertos que emergen de las aguas del embalse sobre un escenario de 25 metros de largo y 8 metros de ancho. El tradicional foso de otros festivales aquí se convierte en zona de baño y de baile. Además, la belleza y gran atractivo del lugar también ofrecen la oportunidad de poder ver actuaciones bajo las estrellas del Pirineo, o mientras se pone el sol en el horizonte, y con la icónica Peña Foratata presidiendo el incomparable paisaje.